miércoles, 5 de mayo de 2010

sabia que ella vendria

Sabía que ella vendría
Estaba sentado esperándola, ya sabía que ella vendría hoy, pensaba en el mundo, lo que me perdería cuando ella llegara, me asustaba un poco, pero lo sabía, llevaba un par de semanas en esta cama y sabia que pronto seria. Respiré profundo y seguí mirando a la nada.
Qué pensaría mi familia?, que dirían mis amigos?... como seria… como sería mi funeral?... luchaba contra esa palabra, pero sabía que eso era lo que se venia
Me levanté lentamente y busque una pequeña hoja en blanco de mi biblioteca, tomé la pluma y luche para sentarme en el escritorio.
“querido mundo,
No sabría como agradecer por lo que me diste, los malos momentos, esos que me hicieron fuerte para disfrutar los buenos… no viaje mucho, pero te vi a través de las letras, cientos de miles de letras que me transportaron… ah… las extrañaré… Extrañaré también la lluvia que musicalizaba mis tardes con cervantes, Cortázar o Saramago…
20 años… 20 años, en este mucho, fueron pocos. Pero qué más da?
Te agradezco mundo por los días felices, por el sol y el cielo… Ah.. El cielo… con sus preciosas motas doradas en la mañana que se quemaban, nubes encendidas que después eran cenizas que lloraban… cenizas grises o blancas en un hermoso cielo azul. Ahora, que te dejo?... te dejo mi cuerpo para fundirse contigo, te dejo mi esencia… me dejo en ti mundo…”
Firmé temblorosamente cuando sentí el frio de su llegada. Era una hermosa figura “vamos” dijo ella
“ un segundo… Puedo llevar algo para el viaje?” le rogué y ella asintió
Tome la hoja de papel del escritorio y lo puse desordenadamente bajo uno de los libros.. Tomé el primero que vi “amanecer” decía en la caratula…. 827 páginas parecían suficientes para mi viaje al otro mundo.
Su frio toque me arrancó la vida, mi corazón lentamente cesó sus latidos y mi respiración se detuvo, quería inhalar otra vez y sentir como mi pecho se llenaba de vida pero eso no pasaría… mis ojos quedaron abiertos como siempre que me quedaba despierto las largas noches juntando letras que al final eran imágenes en mi mente…. Y en mis labios una sonrisa mientras abrazaba mi amanecer.
Estaba sentado esperándola, ya sabía que ella vendría hoy.

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